A ocho días de asumir la vicepresidencia de Argentina, Cristina Kirchner acudió ayer lunes a los tribunales para declarar en un juicio en su contra por presunta corrupción, que ella denuncia como parte de un plan para «destruir a líderes populares y democráticos».
Fue la primera vez en que la exmandataria (2007-2015) habló en su defensa ante el tribunal que la enjuicia como supuesta jefa de una asociación ilícita, acusada de favorecer al empresario Lázaro Báez en el otorgamiento de licitaciones de obras viales en la provincia de Santa Cruz (Patagonia, sur).
Un puñado de simpatizantes la esperó a las puertas de los tribunales con una pancarta que decía «Te abrazamos hasta tu regreso. Gracias Cristina». También gritaron consignas pidiendo que se televise su intervención.
Vestida con una chaqueta blanca, Kirchner ingresó hacia las 09H30 locales (12H30 GMT) sin hacer declaraciones a la prensa. La sesión se extendió por cuatro horas.