Salud

Según estudios el omega 7 mejora la sensibilidad a la insulina y previene enfermedades cardiovasculares

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El omega 7, también llamado ácido palmitoleico, puede "mejorar la sensibilidad a la insulina y prevenir enfermedades cardiovasculares", según explica Vanesa León García, dietista-nutricionista del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (CODINMA), quien ha realizado una revisión bibliográfica de los estudios recientes sobre este compuesto.
(Europa Press) Madrid

El omega 7, también llamado ácido palmitoleico, puede «mejorar la sensibilidad a la insulina y prevenir enfermedades cardiovasculares», según explica Vanesa León García, dietista-nutricionista del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Madrid (CODINMA), quien ha realizado una revisión bibliográfica de los estudios recientes sobre este compuesto.

El omega 7 es un ácido graso monoinsaturado que forma parte de la estructura natural de la piel y de las mucosas del organismo y, aunque no se considera esencial, una ingesta adecuada «ofrece amplios beneficios para la salud». «Los últimos estudios han demostrado que mejora la hidratación de las mucosas y regenera la piel, tanto si es consumido por vía oral como si se aplica por vía tópica», indica la experta.

Según León, este ácido graso ayuda también a prevenir la resistencia a la insulina vinculada a la obesidad y se asocia a una menor acumulación de grasa en el hígado. También puede beneficiar a la salud cardiovascular, en concreto en el tratamiento del síndrome metabólico.

«Esta patología se caracteriza por la acumulación de grasa alrededor de las vísceras, aumento del colesterol y triglicéridos, hipertensión y altas concentraciones en sangre de glucosa en ayunas. Sin embargo, la incorporación de ácidos grasos monoinsaturados como los omegas 7 y 9 puede reducir estos síntomas», apunta la dietista-nutricionista.

No obstante, recuerda que el hecho de que solo se encuentre en determinados alimentos y en pequeñas cantidades hace que incluirlo en la dieta «no siempre sea fácil». Según León, entre las fuentes más asequibles de omega 7 se encuentran pescados como la anchoa o el salmón, así como las nueces de Macadamia y el aguacate, el aceite de oliva y otros aceites vegetales y marinos.

Otra de las grandes fuentes naturales es el fruto del espino amarillo. «De las bayas de esta planta se obtiene un aceite que contiene una riqueza extraordinaria. Hoy en día es una de las fuentes más utilizadas en la elaboración de complementos alimenticios a base de omega 7», afirma la experta de CODINMA.

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