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Tus dispositivos de tecnología sexual podrían estar espiándote

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La tecnología sexual atrajo la atención durante la feria tecnológica CES en Las Vegas, que se realizó a principios de mes, donde se exhibieron vibradores, dispositivos para hacer ejercicios Kegel e incluso un parche para evitar la eyaculación precoz.

CNET.– La tecnología sexual atrajo la atención durante la feria tecnológica CES en Las Vegas, que se realizó a principios de mes, donde se exhibieron vibradores, dispositivos para hacer ejercicios Kegel e incluso un parche para evitar la eyaculación precoz.

Algunos de estos dispositivos se conectan a aplicaciones y muchos de ellos recopilan datos. Pero, ¿qué sucede cuando la tecnología sexual o las aplicaciones que la hacen funcionar son víctimas de un ataque informático?

Este año, se activarán más de 20,000 millones de dispositivos conectados en todo el mundo, incluidos productos de tecnología sexual con aplicaciones que monitorean orgasmos, guardan patrones de vibración o te permiten conectarte con el dispositivo de placer de tu pareja a larga distancia. Dado que la mayoría de ellos operan mediante una conexión Bluetooth y con una aplicación, es posible, e incluso probable, que sean víctimas de violaciones de seguridad.

La buena noticia es que algunos prestigiosos proveedores de tecnología sexual se están tomando en serio el tema de la seguridad —o al menos lo están intentando. La inacción trae consecuencias. En 2016, en una importante demanda judicial, se acusó a la compañía de tecnología sexual We-Vibe de transmitir a sus servidores las preferencias de sus usuarios, sus datos de uso y direcciones de correo electrónico sin consentimiento. La compañía llegó a un acuerdo judicial por US$3.75 millones en 2017.

La seguridad es una de las principales prioridades para las empresas que han visto las repercusiones de demandas o violaciones de información, dijo Nicole Schwartz, investigadora de Internet of Dongs, que reúne a profesionales de seguridad con distribuidores de tecnología sexual para encontrar vulnerabilidades en los dispositivos. En términos generales, sin embargo, cuando se trata de seguridad, los productos de tecnología sexual presentan “muchísima variación”, agregó.

Según Schwartz, la tecnología sexual tiende a caer en alguna de las tres categorías siguientes: productos de compañías de prestigio con experiencia en tecnología; productos conceptualizados por una persona que luego encarga el diseño y la fabricación a un tercero; y productos novedosos lanzados al mercado con rapidez con el objetivo de obtener dinero fácil.

“Dos de cada tres de estas compañías no son conscientes de la seguridad”, dijo Schwartz. “Las que ves en CES son obviamente un poco más tecnológicas, así que estás viendo una parte del mercado particularmente sesgada”.

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