Por Ramón Mercedes
Nueva York.- Ante la escasez de camas en los hospitales de esta ciudad, por encontrarse abarrotados de enfermos por el COVID-19, las mujeres embarazadas están teniendo que recurrir a las parteras para alumbrar en sus casas.
Las dominicanas Andrea Martínez y Olga Salcedo, ambas en estado de gestación con cerca de ocho meses, explicaron vía telefónica a este reportero que están haciendo diligencias con algunas de esas “viejas quisqueyanas” que saben de eso.
Muchos hospitales no reciben las mujeres acompañadas de sus esposos, familiar o amistades.
Las parteras están cobrando entre $ 8,500 y $ 11,000 mil dólares, una tarifa que deben cubrir las aseguradoras privadas, de acuerdo con la ley estatal. El costo es aproximadamente el mismo que un parto en el hospital, dijo Christiane McClosky, una partera de City Midwifery.
Las parteras de toda la ciudad han sido inundadas con solicitudes. “Estoy muy estresada”, dijo la hispana Evelyn Álvarez.
Los nacimientos en el hogar son raros, ya que representan el 1,6 % de todos los partos en el país, según las estadísticas federales.
El Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología recomienda que las mujeres que eligen el parto en casa sean conscientes de los riesgos, incluido “un aumento de más del doble en el riesgo de muerte perinatal”, dice el grupo en su sitio web.
