La práctica deportiva puede ayudar a prevenir el 40% de las lesiones de la infancia gracias al fortalecimiento que provoca en huesos y articulaciones un estado físico activo, según la Copa COVAP, una iniciativa deportiva y educativa infantil.
La Copa COVAP está promovida por la Cooperativa Ganadera del Valle de los Pedroches (COVAP) y el Hospital Universitario Reina Sofía (HURS) de Córdoba, destacan que junto a una alimentación adecuada repercute en el aumento de masa ósea y pérdida de peso en niños con problemas de obesidad, indica un estudio de la Revista Clínica de Medicina de Familia.
El 40% de los traumatismos que afectan al sistema óseo (huesos, articulaciones y ligamentos), y al sistema muscular de los niños, se podrían prever con la práctica de deporte. Se trata de una cifra de incidencia que recoge un trabajo de investigación del Hospital Universitario Sant Joan de Deu, y en él se analizan consecuencias físicas y psicológicas.
El doctor Manuel Arias López admite que la práctica moderada de ejercicio tiene “un claro beneficio sobre el aparato locomotor y cardiovascular de los niños, además de favorecer el desarrollo muscular, corregir la postura y ofrecer una buena conciencia corporal”.
Los niños sufren más lesiones
En función de las modalidades deportivas que realicen los menores, la Unidad de Aparto Locomotor del HURS, recomienda utilizar un equipamiento homologado. Así, el calentamiento también es importante pues ha de ser “el suficiente y adecuado para que la temperatura corporal y la elasticidad de los tejidos sean las correctas”, explica el doctor Arias.
Los niños son los más propensos a sufrir lesiones en los tejidos osteoarticulares durante la infancia deportiva. Estas lesiones se producen, normalmente, durante lo entrenamientos inadecuados, donde la mayor parte son afecciones de los miembros inferiores, contusiones superficiales y superficiales, además de esguinces.
El cartílago de crecimiento, tal como indican desde la Unidad de Aparato Locomotor del HURS “es de por sí un foco de lesiones por sobreuso o sobrecarga”, una particularidad que no tienen los adultos. El papel de los entrenadores y padres es muy importante ya que conocen las limitaciones funcionales de sus hijos y su nivel de acondicionamiento físico, matiza el doctor.
Y durante el ejercicio, hay articulaciones más afectadas que otras, como pueden ser la rodilla y el tobillo. Para evitarlas, los niños deberán seguir las recomendaciones e indicaciones de sus entrenadores, utilizar el material adecuado para cada deporte, así como llevar a cabo una alimentación sana y equilibrada.
